Artículo publicado originalmente en FutbolMLS.com tras el retiro del fútbol de Landon Donovan

NUEVA YORK – Cuando el mundo escuchó por primera vez el nombre de Landon Donovan, el 10 de la selección Sub-17 de Estados Unidos estaba siendo elegido Balón de Oro del Mundial de Nueva Zelanda en 1999.

Tres años después era reconocido como el mejor jugador joven de Corea/Japón 2002, tras sus impresionantes actuaciones en la victoria sobre Portugal en fase de grupos, y su gol en octavos de final ante México. Sobre sus récords y hazañas se ha escrito en demasía y ahora que se ha retirado es un buen momento para recordar a aquel jugador que puso al fútbol en el mapa de EE.UU. y a EE.UU. en el mapa del fútbol mundial.

Por eso, para celebrar su despedida como uno de los mejores momentos del 2014, me tomé libertad de escribirle una carta a Donovan. Pero no al Donovan que se acaba de retirar y que ha alzado cuanto título ha querido en la MLS, rompiendo marcas individuales tanto en la liga como en la selección de EE.UU.

Le he escrito una carta al Landon Donovan que pateaba una pelota con mexicanos y salvadoreños en Los Ángeles, mientras desarrollaba su amor por el fútbol. Le escribí esta carta al Donovan que firmó por seis años con el Bayer Leverkusen a sus 17 años de edad, pero que haciendo honor a quien es profeta en su tierra, se consagró con San Jose Earthquakes y LA Galaxy.

La carta va dirigida a aquel joven que se hechó a todo México encima con sus goles y osadías, y va dirigida a aquel jugador que es considerado como el mejor futbolista estadounidense en la historia.

Mientras algunos esperan al nuevo Donovan, con esta humilde carta sigo celebrando el legado que nos dejó el primer Landon.

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