En la ceremonia de clausura de Londres 2012, un hombre de chamarra amarilla y bigote empezó a pronunciar palabrillas desde un “¡eeeo!” y esperaba a que el estadio las repitiera. Cada vez con más grado de dificultad, pero los 80 mil asistentes le seguían el paso al unísono.
Freddie Mercury, por medio de pantallas de video y a 20 años de haber fallecido, aún era capaz de controlar a una multitud. No es para menos. Su voz es una de las más asociadas al mundo del deporte, que ha conmovido en los momentos de mayor alegría a los aficionados y a los atletas.
El estreno de Bohemian Rhapsody, la película biográfica del vocalista de Queen, ha regresado las miradas hacia la vida del fallecido Freddie Mercury, cuyo legado en la música es parte irremplazable del deporte desde hace décadas.
We are the Champions es una de las canciones sello de la agrupación británica, que desde hace muchos años forma parte de las premiaciones de los equipos campeones en cualquier Liga y de cualquier deporte. Poco se sabe de las aficiones deportivas de Mercury, como ocurría con artistas de aquellas épocas, pero el célebre vocalista tuvo que atajar dudas sobre el origen de la melodía, de la que se pensó que era un himno para la comunidad gay, por las preferencias sexuales del cantante.
Para leer la historia completa, escrita por el periodista Ricardo Otero, ingrese aquí (El link lo llevará al portal de Univision Deportes)